declaración de intenciones

de ahora en adelante convoco las palabras que construyen mi memoria, quiero escribirlas para volver a ellas cuando las migas de pan desaparezcan digeridas en el estómago del tiempo y yo quiera volver a mi punto de partida.

viernes, 20 de mayo de 2011

palabras para Zielinski

Te hablo del mar, de este mar que veo todos los días, aunque no hace parte de mis primeros paisajes - mis raíces se hunden en el trópico- es mi paisaje actual. Te hablo del mar que ocupa mis pupilas sin cansarlas, ayer salpicaba el acantilado estallando en espuma y nosotros, puntos móviles sobre la piel de hierba, éramos más ajenos que nunca a su inmensidad de fuerza y agua…no conozco demasiados sitios, conozco este que tiene todos los mares en él, el acantilado es mi favorito, dureza de granito, esquisto milenario que se desgasta en partículas desde el inicio de los tiempos, cristal de sal en cada grieta; donde no existe la pausa o el silencio, sólo música de agua permanente. 

En ocasiones apaga su furia entrando en la tierra, horada la roca y crea las más hermosas grutas, aquí reciben un nombre especial, se les llama “furnas” , la humedad vive allí. A veces, la furna tiene un “bufadoiro”, es una oquedad a ras de suelo, ventana por la que se cuela y nos llama con su canto de sirena, ¡el mar, el más indómito de todos!

Sus huellas están por todas partes, en los rostros marineros, en los pequeños pueblos de mar que ceden al empuje de la modernidad, en el sabor de los alimentos, en las plumas de las aves migratorias, cómo no celebrar su existencia? Como no rendirse a la magia de su canto?

Una alegría para compartir: este mar que he visto hoy, distinto -tranquilo, indiferente, casi perezoso- es el mismo que visita las arenas grises de mi Pacífico selvático y húmedo. 

1 comentario:

  1. Gracias a esta alegría de suma de palabras de amor me atreví yo...También es muy especial para mí...
    Muchas gracias, Marlene, muchas gracias siempre.

    ResponderEliminar