- O escrita, soñada, pensada, incluso imaginada (dice él)
- A la que me refiero ya pasó por ahí ( dice ella)
- Entonces no es la palabra... es tu palabra (dice él)
Mientras la bebida se enfriaba se perdieron en un diálogo de miradas que nada tenía que ver con los sonidos de sus bocas, hablaron las manos -sin tocarse- susurraron sus nombres y se recorrieron enteros, a media tarde y con poca luz en el rincón del bar.
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